La educación maternal, preparación a la crianza, preparación al parto… Son distintos nombres para referirnos a lo mismo. Son esas sesiones que se suelen recibir durante el embarazo para estar preparadas para todo lo que viene después.

Tradicionalmente se le llamaba “preparación al parto” pero cada vez más intentamos evitar usar ese término, pero… ¿por qué? La respuesta en bastante sencilla: porque no hablamos sólo del parto, así que se queda corto. Se trata el parto, claro que sí, del proceso, las técnicas de control del dolor, el papel de la pareja y muchas más cosas alrededor de este día, pero la educación maternal va más allá.

En una educación maternal integral (teórica, física y afectiva), se hablará del embarazo, del parto, del postparto y de la crianza. Además, debe dar las herramientas a las familias para vivir esta etapa en las mejores condiciones físicas y psicológicas posibles, aportando una vivencia satisfactoria y feliz y disminuyendo las complicaciones perinatales.

Ahora qué tenemos claro qué es esto de la educación maternal y cómo debe ser hay que hacerse la siguiente pregunta:

¿REALMENTE ES ÚTIL?

Respuesta rápida: Si, es muy útil. Pero ¿por qué?

Se ha demostrado en distintos estudios que una correcta preparación a nivel físico y emocional de la madre y de la pareja para la gestación, el parto, el postparto y la crianza tiene bastantes beneficios y os dejo aquí los más destacables:

• Menor grado de ansiedad antes, durante y después del parto.
• Aumento de la autoestima ma/paterna a la hora de brindar los cuidados al recién nacido. Más seguridad se traduce en más tranquilidad y esto, en una vivencia más feliz.
• Mayor autonomía en la toma de decisiones al disponer de la información necesaria.
• Aplicación correcta de las técnicas de alivio del dolor durante el parto
• Mayor probabilidad de acudir al hospital estando de parto y no antes.
• Identificar correctamente los motivos para acudir a urgencias.
• Menos duración de la fase de dilatación y de la de expulsivo, es decir, menor duración del parto.
• Disminución del uso de fármacos en el parto y puerperio por una mejor tolerancia al dolor.
• Menor riesgo de presentar complicaciones obstétricas, cesárea y parto instrumentado.
• Menor índice de sufrimiento fetal, prematuridad, retraso de crecimiento intrauterino y de complicaciones perinatales.
• Mayor disfrute de todo el proceso de traer al mundo a nuestro bebé porqué la información y el saber cómo actuar da seguridad y tranquilidad.
• Mejoría del vínculo afectivo con el recién nacido.
• Mayor tasa de lactancia materna eficaz.
• Menor riesgo de padecer depresión postparto.
• Mejor crecimiento y desarrollo físico, psicológico y emocional.

Como veis, tiene grandes beneficios para la madre, la pareja y para el bebé. Así que no dejéis pasar la oportunidad y preparaos para esta nueva etapa con una educación maternal integral con un profesional. Recordad que en Matrona a un Clic tenéis una educación maternal integral, impartida por una matrona, con acceso a hacerle todas las preguntas que necesitéis. Podréis ir viendo todos los temas al ritmo que os vaya bien y desde donde queráis.

¡No dudes en escribirnos si tienes alguna duda al respecto!